Reseña de la tercera parte de Lupin, que vuelve a tomar forma y sumerge al héroe en una nueva historia personal.
Assane Diop, el caballero ladrón de Netflix, regresa por fin para una tercera parte de Lupin que, como su héroe, consigue ir un paso por delante. La serie francesa de éxito internacional regresa a las plataformas más de dos años después de la segunda parte, con Omar Sy en buena forma y todavía con una misión muy personal para su encantador personaje.
Para los fans que necesitan un repaso: Assane Diop (Sy) se inspira en la historia clásica del maestro del disfraz y ladrón mundialmente famoso Arsène Lupin, para buscar venganza por las injusticias. El padre de Diop fue acusado injustamente por su empleador, el magnate Hubert Pellegrini, del robo de un collar de valor incalculable y tuvo un final prematuro que esencialmente dejó al joven Assane huérfano (con su madre ausente).
Como adulto, buscó venganza y terminó la segunda temporada habiendo tenido un gran éxito en su misión. Pellegrini (Hervé Pierre) es detenido por la policía durante un concierto para recaudar fondos para el que pretendía malversar dinero, y el nombre de su difunto padre queda limpio. Sin embargo, no todo quedó del todo arreglado ya que tuvo que despedirse de su esposa Claire (Ludivine Sagnier) y de su hijo Raoul (Etan Simon). Como la policía se resiste a perdonar su suave subterfugio, la venganza tuvo un precio y Assane es ahora un fugitivo conocido.
Atrapado en el pasado
La segunda temporada de Lupin podría haber sido una conclusión sólida, pero el guionista George Kay logró recuperarse y llevar a Assane a una nueva aventura en la que es perseguido por la policía pero también obligado a continuar con sus geniales planes. La tercera parte ofrece giros y vueltas impresionantes que te harán querer continuar los episodios para ver si Assane tiene éxito.
Aunque esté decenas de pasos por delante de la policía, Diop no se dormirá en los laureles. Un año después, el hombre más buscado de España regresa a París, dispuesto a arriesgarlo todo para conseguir un último trabajo y llevar a su familia a una vida de lujo, fuera del alcance de la justicia. Como se trata de Lupin, las cosas no salen según lo planeado, lo que lleva a una serie de giros y atracos que sería criminal revelar.
La tercera temporada –con un presupuesto claramente amplificado– constituye su parte más sangrienta y atrevida, con escenas de acción aún más impresionantes. En cuanto al botín principal, los ojos están puestos en una Perla Negra de valor incalculable y un cuadro de Manet. Y no es sólo eso lo que está en juego: después de años de concentrarse en los problemas de su padre, Diop debe enfrentar las cicatrices que su madre dejó en su psique. La serie regresa a los años 90 (en la época del Mundial 98) para conocer más sobre cómo lidió con la ausencia de sus padres y cómo quedó a merced de un entrenador de boxeo con malas intenciones.
Algo que las primeras temporadas no lograron realmente fue reconciliar a Assane con sus orígenes senegaleses. Porque aunque el héroe sea francés, su herencia y su pasado son una parte importante de él. Es un asunto tenso, con solo siete episodios para cubrir un intenso arco emocional en el que un hombre negro rompe un trauma intergeneracional que también podría tener repercusiones en la vida de su propio hijo.
Un antihéroe descarado
Debajo de su comportamiento afable y su ingenio inteligente, crees sinceramente que tiene el descaro de ser más astuto que cualquiera que se interponga en su camino. Evidentemente, hay algunos momentos extraños que podrían cuestionarse. Parte de la tecnología que utiliza Diop es cuestionable y nuestro «maestro del disfraz» aparece con pelucas que apenas ocultan su identidad. Pero estos disfraces tienen un carácter satírico: para las autoridades, los hombres negros son considerados tan intercambiables que el simple hecho de ponerse una peluca barata los engaña por completo.
Más que nada, Lupin/Diop se convirtió en un héroe popular. Es capaz de encantar y convencer a todos los que conoce para que vean el crimen como una construcción social insidiosa que existe principalmente para servir a élites sin escrúpulos. La idea de la serie, la idea de Assane Diop y la idea de Arsène Lupin son más que simples consecuencias para un hombre; se trata de confrontar el sistema roto que nos rodea y deleitarnos con la fantasía de no seguir sus reglas. Necesitamos un antihéroe en quien creer, y Lupin es ese porque sus intenciones siempre son buenas.
No lo esconderemos, la serie intenta rectificar ciertos errores del pasado, como mostrar finalmente a mujeres negras que hasta ahora eran invisibles. Esta es claramente una forma de que la producción responda a ciertas críticas, dicho esto, los personajes agregados son interesantes. Y luego la serie sigue siendo divertida, llena de acción pero también contiene momentos conmovedores.
Si la gran mayoría de la historia de la temporada tiene una conclusión, el final termina en un suspenso que deja la puerta abierta a una parte 4. Por el momento, Netflix aún no ha anunciado una renovación. Tendremos que esperar y ver cómo le va a la parte 3 en términos de audiencia para saber si habrá secuela.
Lupin está disponible en Netflix.
Crédito ©Netflix