Emilio González
Tras La sirenita, La casa del dragón o Los anillos del poder, una nueva producción despierta polémica y sufre ataques racistas. Pero esta vez se trata de un personaje histórico y real, Cleopatra.
Después de La Sirenita, La Casa del Dragón o Los Anillos del Poder
Halle Bailey en el papel de Ariel en La Sirenita, Sophia Nomvete en el de la princesa enana Disa en Los anillos del poder, o Jodie Turner-Smith en «Anne Boleyn», las polémicas en torno a la elección de actrices negras para encarnar a ciertas personajes de series o películas se hinchan en las redes.
Si este tipo de ataques no datan de ayer, está claro que es una reincidencia desde hace dos años. Respecto a la princesa enana o al elfo Arondir, sus detractores critican a Prime Video por carecer de «realismo». Los más conservadores creen que la producción contamina el universo creado por Tolkien, mientras que otros claman wokismo. Por el lado de La Sirenita, el adelanto de la nueva versión de acción en vivo había desatado una avalancha de comentarios negativos, acusando a Disney en particular de pervertir la obra original.
El debate sobre la sangre de Cleopatra
Esta vez, la polémica gira en torno, no a un personaje ficticio, sino a una figura histórica: Cleopatra. En Queen Cleapotra de Jada Pinkett-Smith, la esposa de Will Smith optó por confiar el papel de la famosa reina de Egipto a una actriz negra. La emisión del tráiler de la serie documental emitida en Netflix ha desatado una gran polémica. Para algunos, esta elección no pasa.
De hecho, en el tráiler, un locutor afirma «que es posible que Cleopatra sea egipcia». Sin embargo, para los historiadores, aquella “cuya belleza y amor terminaron por eclipsar su verdadero bien: su inteligencia”, es miembro de una dinastía de Grecia, y forma parte más precisamente de la dinastía macedonia de los Lagides, fundada por Ptolomeo. ex general de Alejandro Magno.
El debate en realidad no es nuevo, y ha agitado a la comunidad de historiadores y egiptólogos durante varios años: un documental de la BBC publicado en 2009, titulado Cleopatra: retrato de una asesina, afirmaba, por ejemplo, que tenía sangre africana. Según la cadena, los análisis han demostrado que los restos humanos encontrados en una tumba en Turquía eran los de una hermana de Cleopatra, la princesa Arsinoe IV, asesinada por orden de la reina de Egipto. Un estudio de su cráneo mostró que Arsinoe poseía características africanas, lo que tendería a demostrar que Cleopatra también tenía orígenes africanos.
Por otro lado, y desde hace algún tiempo, se afirma que los faraones y las antiguas reinas de Egipto eran todas de piel negra, pero muchos especialistas afirman que una sola dinastía (la 25), que provino de Nubia (actual Sudán) habría sido negro. Para muchos, esta es una elección inconsistente con la realidad. Gal Gadot, que interpretará a la reina en 2024 en Cleopatra, había sufrido por su parte la ira de los internautas en 2020, y había sido acusada de «apropiación cultural» y acusada de «blanqueo». Varios internautas habían señalado, por ejemplo, señalar el blanqueo orquestado por Hollywood, o el hecho de que una actriz de origen israelí encarne a una reina egipcia.
La serie Queen Cleapotra está programada para el 10 de mayo. Esta serie documental tiene como objetivo presentar a las reinas africanas más importantes e icónicas de la historia. En la segunda temporada de su serie documental, Jada Pinkett Smith también pretende revelar el poder de la reina y guerrera Njinga de Ndongo y Matamba, que luchó en el siglo XVII contra el comercio de esclavos por parte de Portugal. Con la ambición, dice, de restituir «las realidades históricas de las vivencias de estas mujeres»…