Finalmente, la serie live-action de One Piece logró silenciar a sus detractores, e incluso resultó ser una buena sorpresa, a pesar de los numerosos cambios realizados por Netflix respecto al manga del maestro Eiichirō Oda. Mejor aún, el mangaka y los showrunners han conseguido dar longitud a la serie de una relación teñida de ambigüedad entre dos personajes.
One Piece, la grata sorpresa
La ansiedad que rodea a la adaptación de Netflix del manga de culto One Piece finalmente ha dado paso al entusiasmo. Tras las reseñas de prensa y las primeras opiniones, la serie live-action estrenada ayer por fin es visible para los 238 millones de suscriptores de N rouge. Una primera observación sin atractivo ya que los fans de la obra de Eiichirō Oda que esperaban el proyecto en su momento quedaron conquistados por esta adaptación.
Sabíamos que la propia mangaka siguió con atención el desarrollo de la serie. También ha elogiado repetidamente los méritos del trabajo realizado por la producción y los showrunners Matt Owens y Steven Maeda, a pesar de que se tomaron libertades con el material original. Lagunas que no parecen mermar la calidad de la serie en live action, sino todo lo contrario.
Oda y Netflix concluyen este romance
Entre los muchos cambios que trae la versión de One Piece de Netflix con respecto al manga, podemos mencionar el (ambiguo) romance entre Usopp, el artífice jefe de la tripulación de Sombrero de Paja y Kaya, la chica enferma de la aldea de Syrup.
En el manga, Kaya tiene una relación especial con Usopp ya que este último le salvó la vida. Mientras la joven huérfana permanecía a menudo enclaustrada en su habitación, Usopp la entretenía con hermosas historias sobre piratería, que él nunca experimentó. Aunque sabe que las historias del futuro pirata son mentiras, las escucha atentamente, porque sabe que su amigo tiene buenas intenciones para ella y que está tratando de hacerla olvidar su lúgubre vida cotidiana. Una relación en los límites del romance, que finalmente nunca fue explorada por Eiichirō Oda en su obra.
Es en la serie de acción real donde la situación encuentra longitud. Durante el episodio 4, Usopp finalmente logra persuadir a Kaya de que su mayordomo Klahadore es en realidad el capitán de los Piratas Gato Negro. Ayudados por Nami, todos logran escapar de la habitación de la chica.
Después de la derrota de Kuro por los puños de Luffy (y especialmente por la cabeza), Kaya decide regalarles como muestra de agradecimiento el famoso barco del asesor financiero Merry, bautizado así por el sombrero de paja Vogue Merry, el barco que será el escenario de la mayores aventuras de la tripulación. Mientras Usopp duda en unirse a Luffy, Zoro y Nami en sus andanzas, finalmente es convencido por su amigo, con quien intercambia un beso de despedida.
¿Esta ruptura con el manga permitiría a Oda brindar una respuesta y una conclusión (años después) a los fanáticos que quedaron en suspenso por esta apariencia de romance? Posible cuando conozcamos la implicación del mangaka en el live-action de Netflix, que sorprende por su calidad.