Maria Fernández
El final de la temporada 1 de Idol termina con un giro. ¿Es este realmente el final para Tedros y Jocelyn? spoilers
Después de solo 5 episodios, la primera temporada de The Idol está llegando a su fin. Si bien pensábamos que contendría 6 episodios, la temporada 1 terminó este domingo en HBO (y hoy en Prime Video a través del pase de Warner). ¿Fue realmente planeado? ¿Se trata de un cambio de última hora? Realmente no lo sabemos, pero técnicamente, la serie que se encontró en medio de una gran controversia aún no se cancela. Dicho esto, sería muy sorprendente que regresara para una temporada 2.
Si bien el primer episodio estuvo lejos de ser bueno, fue bastante intrigante, por lo que decidimos darle una oportunidad. Esperábamos que las cosas mejoraran, pero no fue así. Cuanto más avanzaba, más difícil era verlo. Las escenas de sexo son una tortura, los diálogos son malos, Abel «The Weeknd» Tesfaye no es un buen actor y Lily-Rose Depp tiene talento, pero aquí está desaprovechado. Solo la cinematografía y unos pocos personajes apenas salvan el mobiliario.
Jocelyn la manipuladora
En este final, después de cuarenta minutos de nada y Tedros finalmente expulsado de la casa de Jocelyn, el episodio salta 6 semanas en el tiempo, mientras Jocelyn se prepara para jugar frente a un estadio repleto. (Es muy rápido armar una gira con tres canciones). Lo puso en la lista de invitados con su nombre real, Mauricio Jackson, y lo invitó a su camerino antes del espectáculo. Aquí es donde se revela que ella mintió sobre su madre cuando dijo que la golpeó con un cepillo para el cabello. Tedros (quien también la torturó) se da cuenta de su mentira y la audiencia se da cuenta de que Jocelyn es en realidad la villana del programa.
Jocelyn es en realidad la mentirosa, la manipuladora de la historia. Ella fue quien se inspiró en Tedros y no al revés. Si nos gusta la idea de que ella siempre tuvo el control de la situación, que ella mienta sobre abusos sexuales y físicos como este es absolutamente despreciable. Esto continúa desafiando las voces de las víctimas que ya luchan por ser escuchadas. Claramente, Tedros sigue siendo un completo bastardo, pero el programa nos dice que Jocelyn no es mejor que él. No la empodera, la hace poco saludable.
Sam Levinson demuestra una vez más que no puede escribir personajes femeninos sin demonizarlos y, sobre todo, sin torturarlos. No hay comentarios relevantes en la serie, que pretendía ser una crítica a la industria de la música y Hollywood. Ella termina siendo exactamente lo que dice que está denunciando. La serie se vuelve obscena y sumida en una misoginia insoportable con escenas de sexo sin propósito real.
Decepción
Salimos de allí realmente decepcionados y más aún cuando nos damos cuenta de que Jocelyn está volviendo a estar con Tedros. Obtuvo lo que quería, ya no lo necesita, ¿por qué quedarse con él? Ella lo describe como el hombre de su vida sin el cual nada de esto hubiera sido posible. Lo dudamos, ella muy bien podría haber tenido éxito sin él. ¿Por qué quedarse con un hombre que ha estado en la cárcel por tomar a una mujer como rehén? No es muy bueno para su imagen. Un final satisfactorio (por lo que es) hubiera sido dejar a Tedros al margen, solo, sin nada, habiendo perdido a todos sus secuaces.
En última instancia, The Idol es una pérdida de tiempo. Después de eso, uno realmente se pregunta cuál era el plan original para el programa antes de que Sam Levinson secuestrara el programa y lo convirtiera en un desastre incalculable y una pesadilla de relaciones públicas para HBO. Nos hubiera gustado un discurso más relevante, más profundo, porque las premisas eran interesantes. Había material para explorar las dinámicas de poder, la industria de la música y cómo trata a las estrellas jóvenes, especialmente a los cantantes jóvenes a menudo abusados por el sistema.
Los cinco episodios de The Idol están disponibles en Prime Video a través de Warner Pass.
Crédito ©HBO